Dominicos
La Orden fundada por Santo Domingo en el siglo XIII se distinguía esencialmente por su vocación por la predicación y, consiguientemente, por su preparación intelectual. Como consecuencia, los predicadores pasaron a ocupar cargos docentes en las universidades europeas.
Franciscanos
Fundada por San Francisco de Asís en el siglo XIII, defendía preceptos tales como el de no recibir jamás dinero ni tener propiedad alguna, que sin embargo acabaron por convertirse en un problema para el ejercicio de la actividad apostólica. Por ello, tras su muerte, comenzaron las primeras divisiones entre aquellos que defendían la literalidad de sus escritos y los que pensaban que la Orden debía contar con unos recursos mínimos.
Capuchinos
Nacieron como una reforma de la Orden Franciscana, cuando en 1525, algunos frailes menores de Las Marcas (Italia) se plantearon volver a las formas de vida y al espíritu primitivo. Para ello, escogieron fórmulas de carácter eremítico, basadas en la absoluta pobreza. Un rasgo que externamente definió a estos frailes fue el empleo de los largos capuchos triangulares que llevan en su hábito, que dieron el nombre popular a la Orden.
Carmelitas
Su fundador fue un religioso francés, llamado Bertoldo que viajó a Tierra Santa, acompañando a los cruzados. En una de sus estancias en Jerusalén, propuso que los eremitas cristiano-latinos que estaban dispersos en la zona del Monte Carmelo (Israel), se unieran para llevar a cabo una vida en común. En 1210, el patriarca de Jerusalén redactó para ellos una pequeña regla inspirada en la de San Agustín y tras la aprobación papal, siguieron una vida mixta entre el eremitismo y el cenobitismo.
Agustinos
San Agustín (354-430) creó en el Norte del África romana un movimiento monástico –masculino y femenino- basado en la vida comunitaria, de gran fuerza y novedad, para el que redactó una Regla. Este monacato no sobrevivió a las invasiones bárbaras e islámicas y terminó desapareciendo hacia el siglo VIII. En el siglo IX, Carlomagno impuso, en los territorios cristianos de Occidente, con carácter exclusivo, la Regla Benedictina, pero el recuerdo del monacato agustiniano nunca desapareció, resurgiendo en el siglo XI y expandiéndose por Italia en el siglo XII.
Servitas
La Orden, también conocida como Orden de Frailes Siervos de María, fue fundada a comienzos del siglo XIII en Florencia, por siete mercaderes de lanas, miembros de una confraternidad laica penitencial de “Siervos de Santa María”, anexionada al hospital de Santa María de Fonte Viva. Ante la situación social y moral en que vivía su ciudad, decidieron dedicarse a la práctica rigurosa del Evangelio.
Mínimos
La Orden fue fundada en el siglo XV por San Francisco de Paula, quien después de haber pasado un año en un convento franciscano, se dedicó a la vida solitaria como eremita, en el oratorio de San Francisco de Asís en Paula (Calabria). En torno a él se reunieron otros frailes que quisieron imitarle. Los primeros años, los mínimos adoptaron formas de vida eremítica, pero a partir de 1483 optaron por la vida conventual.